Lisboa (EFE).- Un total de 2.808 bomberos combaten este miércoles 35 incendios forestales en el norte y el centro de Portugal, donde el más grande se desarrolla en la zona de Arouca, a unos 60 kilómetros al sur de Oporto.
También hay algunos fuegos cerca de la frontera con España, junto a Galicia y Extremadura.
Desde el pasado sábado, buena parte del país ibérico es pasto de las llamas y la situación se ha ido agravando con el paso de los días.

Para este miércoles y el resto de la semana, el Instituto Portugués del Mar y la Atmósfera (IPMA) mantiene en alerta muy elevada y máxima de incendio forestal el centro y el norte, excepto algunas partes de la costa.
Una zona de eucalipto
En el fuego de Arouca, a las 07.30 hora local (06.30 hora GMT) había desplegados 776 efectivos, 258 vehículos terrestres y un medio aéreo, según los datos de la Autoridad Nacional de Emergencia y Protección Civil (ANEPC) lusa.
Este incendio era el que más preocupaba el día de ayer a las autoridades portuguesas, ya que se desarrolla en un área donde es abundante el eucalipto adulto, lo que facilita su propagación.

Junto a la frontera con España, sigue activo el fuego de Ponte da Barca, próximo a Galicia, con 362 bomberos y 125 vehículos terrestres.
Están controlados, pero todavía con efectivos sobre el terreno, los dos incendios cerca del límite con Extremadura, el de Penamacor y el de Nisa, donde están destacados un total de 395 bomberos y 529 vehículos.
Detenidos dos sospechoso de provocar incendios en Pombal
Por otra parte, la Guardia Nacional Republicana (GNR) de Portugal anunció la detención entre este miércoles y el lunes de dos hombres sospechosos de haber provocado incendios forestales en el concejo de Pombal, a 168 kilómetros al norte de Lisboa.
El arresto más reciente se produjo hoy, cuando efectivos de ese cuerpo detuvieron a un hombre de 55 años después de que se desencadenara un fuego forestal en la localidad de Casal de Santo António, en Pombal.

El sospechoso fue interceptado por la GNR en una área de matorrales próxima al sitio donde se inició el incendio y confesó el delito de inmediato cuando fue aprehendido.
El otro hombre fue detenido hace dos días durante la ronda de una patrulla de la GNR para prevenir fuegos, cuyos miembros vieron una columna de humo a un kilómetro de donde se encontraban.
El humo provenía de las traseras de una vivienda, donde su dueño estaba llevando a cabo una quema no autorizada, por lo que la GNR acudió a detenerlo y los propios agentes tuvieron que apagar el fuego.
Debido a las altas temperaturas, el viento y la baja humedad, la mitad septentrional del país está bajo alerta máxima y muy elevada de incendios, lo que hace que esté vetado hacer fogatas en el campo o utilizar maquinaria agrícola motorizada que no tenga parachispas ni extintores.