El neurobiólogo Alon Chen, presidente del prestigioso Instituto Weizmann de Israel, durante su estancia en el CIMA. EFE/Jesús Diges

Alon Chen: “Hay un problema con los antidepresivos no tanto por abuso sino de mal uso”

Leticia de las Heras Rojo

Pamplona (EFE).- El neurobiólogo Alon Chen, presidente del prestigioso Instituto Weizmann de Israel, ha advertido en una entrevista con EFE de que los antidepresivos presentan un problema no por exceso de tratamiento, sino porque se hace de ellos un “mal uso“. Asimismo ha asegurado que las terapias psicológicas pueden ser igual de eficaces que los fármacos.

Lo ha hecho en una entrevista concedida con motivo de su visita a Pamplona. El objeto ha sido la firma de un convenio de investigación contra el cáncer entre el Weizmann y el Centro de Investigación Médica Aplicada de la Universidad de Navarra.

P: ¿Existe un problema de abuso de antidepresivos?

P: Hay un problema con los antidepresivo pero no tanto por abuso sino por un mal uso y que nos falta información. Cuando se inicia el tratamiento con un antidepresivo el efecto tarda mucho en manifestarse, hay que esperar semanas hasta ver si ha funcionado y en torno a la mitad de los casos no funciona y hay que probar con otro.

Además son tratamientos que tienen efectos secundarios que son especialmente problemáticos en niños pudiendo incluso llegar a mostrarse en una predisposición al suicidio.

La importancia del sueño

P: ¿Es importante dormir para tener una buena salud mental?

R: El sueño es muy importante, al igual que el deporte o tener actividad social y una vida rica en relaciones y aficiones. Otro elemento muy importante es la psicoterapia, hay estudios que demuestran que su eficacia equivale a los tratamientos farmacológicos y en niños se ha visto que la combinación de ambos mejora los resultados.

Se puede generar un círculo vicioso porque los tratamientos no son adecuados, la persona deprimida no consigue salir de ahí, no está motivada para tener buenos hábitos y eso hay que romperlo. La manera de hacerlo es encontrar mejores tratamientos, algo que en último término dependen de que conozcamos bien el funcionamiento del cerebro.

P: ¿Es el cerebro la última frontera por descubrir del cuerpo humano?

R: Totalmente, los conocimientos que tenemos de las enfermedades del cerebro están 20 años por detrás de los conocimientos que tenemos por ejemplo del cáncer.

P: ¿Puede el estrés ser percusor de enfermedades no mentales?

R: Todos tenemos una base genética propia que nos hace más o menos susceptibles a ciertas enfermedades pero eso en realidad no es el determinante final sino el ambiente y nuestro estilo de vida y el estrés es un elemento fundamental.

Hay enfermedades en las que su participación es evidente como en enfermedades mentales, pero también en enfermedades como el cáncer los estudios muestran que hay una asociación aunque todavía no somos capaces de entender bien los mecanismos a través de los que persiste esta asociación.

El papel de la genética

P: ¿Qué es el epigenoma y cómo puede influir en nuestra salud?

R: La manera en la que el ambiente afecta al componente genético es a través de las modificaciones epigenéticas, nuestros genes son como un código de programación y la epigenética es la que determina cómo ese código es transcrito, pequeñas anotaciones que se hacen sobre esa información y que no se manifiestan hasta un momento concreto en la vida.

P: ¿Puede el estrés de una madre afectar a su hijo en la gestación?

R: Una parte muy importante en la que somos especialmente vulnerables a los cambios es el desarrollo embrionario, cuando todavía estamos en el útero de la madre.

Se sabe que el estrés de la madre se transmite en cambios epigenéticos en los genes del hijo. Quedan ahí marcados y no se manifiestan pero ese niño cuando crezca puede que en un momento concreto tenga una respuesta marcada por ese cambio epigenético o que la enfermedad que desarrolle ante la exposición ambiental venga marcada por el estrés que sufrió la madre durante su desarrollo embrionario.

La inteligencia artificial, una herramienta para la mejora del diagnóstico

P: ¿Cómo de importante resulta la inteligencia artificial en la investigación de enfermedades?

R: Estamos manejándonos en contextos genéticos, con un ambiente que afecta al genoma y un factor adicional que es el tiempo, lo que hace que sean sistemas tremendamente complejos que la mente humana no puede abarcar por sí sola, ahí sin duda va a ser un elemento esencial.

Nos puede aportar una mejora en el diagnóstico de las enfermedades, en la clasificación de la enfermedad una vez diagnosticada y en el desarrollo de nuevos tratamientos.

Un ejemplo muy concreto donde tiene aplicación es en el diagnóstico de las enfermedades mentales porque así como el cáncer lo puedes diagnosticar relativamente fácil porque tienes unos marcadores en las enfermedades mentales estos marcadores no existen, nos basamos en cuestionarios más cualitativos y una IA puede llegar a generar test objetivos para el diagnóstico preciso. EFE