Santander (EFE).- La presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, ha firmado este lunes un pacto profesional con los médicos que incluye entre sus compromisos un nuevo plan de recursos humanos y una subida salarial en concepto de productividad de 400 euros mensuales, que se aplicará de forma progresiva en cuatro años.
Retener a los profesionales en la comunidad para que no se vayan a trabajar a otras regiones limítrofes es el objetivo de esta última medida del pacto sanitario de Cantabria, que, según ha avanzado Buruaga, se extenderá también a la enfermería, con la que se está negociando otro gran acuerdo de legislatura específico.
El pacto ha sido suscrito con el Colegio de Médicos de Cantabria y con el Sindicato Médico, mayoritario en la profesión, y los acuerdos de mejora de las condiciones laborales que incluye deberán desarrollarse y aprobarse en el marco de la Mesa Sectorial, que se reúne ya este mismo lunes.
La presidenta ha definido el pacto como “una hoja de ruta compartida” por el reconocimiento profesional y la sostenibilidad del sistema sanitario que implica a unos 2.200 profesionales, que son “el motor del sistema”.
Buruaga, que se había comprometido en campaña a firmar este acuerdo en sus primeros cien días de mandato, ha dicho que no ha sido fácil cerrarlo porque el Gobierno del PP ha “heredado una situación de tierra quemada” de la coalición PRC-PSOE.
“Nuestro sistema sanitario público está hoy fuertemente tensionado y sus profesionales agotados y desgastados tras ocho de inacción y conflicto profesional permanente”, ha afirmado la presidenta, para quien la anterior etapa ha estado caracterizado por “la falta de rumbo, la imposición, la ausencia de planificación y de gestión”.
Salarios, permisos y carrera profesional
La subida salarial progresiva de 400 euros mensuales se empezará a aplicar este mes de junio. El primer año el incremento será de 210 euros, el segundo de 90, el tercero de 50 y el cuarto de otros 50.
Esta mejora retributiva tendrá un impacto de 10,5 millones de euros y, como ha recordado Buruaga, los presupuestos regionales de 2024 ya recogen una partida de 12 millones para el desarrollo del pacto sanitario.
A esta medida se unen otras para mejorar las condiciones laborales de los médicos como la actualización de los permisos y vacaciones y la recuperación del pago de la atención continuada en concepto de guardias también cuando estén de baja por incapacidad, que fue suprimido en 2008.
Además, se va a negociar un nuevo modelo de carrera profesional, en el que se reconocerá la excelencia en la actividad asistencial y la vigencia de todos los méritos no utilizados para el ascenso de grado, tras la apertura de un “nuevo encuadramiento extraordinario que sitúe a cada profesional en el grado que le corresponde”.
El Gobierno de Cantabria se compromete también a reivindicar ante el Ministerio de Sanidad la creación de una categoría o grupo específico para los médicos que reconozca, desde el punto de vista retributivo y profesional, “los especiales requisitos de formación, cualificación y nivel de responsabilidad” que se les exige.
Acuerdos de gestión y estabilidad en el empleo
Otro de los punto del acuerdo es la recuperación de los acuerdos de gestión, que establecen objetivos específicos vinculados a la recursos económicos, materiales y tecnológicos.
El Gobierno se compromete a convocar anualmente ofertas de empleo público para fomentar la estabilidad y a ejecutar los procesos selectivos de personal médico pendientes.
Y también a facilitar la movilidad, a través del concurso abierto y permanente y la definición de puestos de difícil cobertura en atención primaria y especializada.
Ambas partes se comprometen a trabajar conjuntamente para resolver el “grave problema” de la atención primaria.
30 enfermedades para orientar los recursos humanos
Uno de los puntos principales del pacto es la elaboración de un nuevo Plan de Recursos Humanos, a partir de un “estudio riguroso” de los medios, las necesidades y los objetivos del sistema sanitario público. Como ha recordado la presidenta, el último plan es de 2005.
El consejero de Salud, César Pascual, ha explicado que el objetivo no es cuantificar los profesionales que se van a jubilar o las plazas que va a ser necesario cubrir, sino reorientar los recursos humanos hacia las necesidades asistenciales.
“No va a ser un plan al uso”, ha adelantado Pascual, quien ha explicado que ya se han identificado 30 enfermedades en las que hay que poner el foco porque van a requerir la mayoría de los recursos.
A final de 2024 se espera tener terminados los estudios previos para poder dibujar la plantilla necesaria para los próximos años.
La lucha contra las agresiones
El presidente del Colegio de Médicos, Javier Hernández de Sinde, ha destacado que el pacto recoge además el apoyo al código deontológico de la profesión médica, al programa de ayuda a los médicos que tienen algún problema de salud mental o la lucha contra el intrusismo.
Ha hecho especial hincapié en el compromiso para combatir las agresiones, que – ha apuntado- se están reduciendo pero se siguen produciendo.
El acuerdo refleja que el Gobierno colaborará con el colegio en el desarrollo de sus protocolos de agresiones.
Reconocimiento y más eficacia
El secretario del Sindicato Médico, Oscar Pascual, ha calificado de “dramática” la escasez de profesionales médicos y ha dicho que ha supuesto y sigue suponiendo una “sobrecarga difícil de asumir” que en ocasiones pone en riesgo la garantía asistencial y obliga a cambios organizativos para poder atender a los pacientes “en condiciones dignas”.
“Mientras tanto reconocer el sobresfuerzo de los profesionales no solo es de justicia sino un modo necesaria de tratar de atraer talento a nuestra comunidad”, ha dicho.
En su opinión, estos acuerdos contribuirán además a construir un servicio de salud más eficaz a la hora de dar solución a las demandas de los pacientes.
CSIF denuncia su exclusión del pacto
El sindicato CSIF ha denunciado en un comunicado que se le ha excluido de este pacto, tras “meses de reuniones, intercambio de documentación y aportación de nuestra visión y áreas de mejora”.
“Se ha perdido la oportunidad de un gran pacto global que incluya a todos los trabajadores”, ha lamentado.
Preguntada por estas críticas tras la firma, la presidenta ha defendido que a este acuerdo “no se le puede poner un solo pero” porque, en su opinión, es bueno para los profesionales, los pacientes y el sistema sanitario
Ha incidido además en que es un pacto “profesional” y no puramente sindical. Los aspectos sindicales, ha añadido, se tratarán en la Mesa Sectorial, por lo que “no excluye a nadie”.
