San Sebastián, 19 dic (EFE).- La Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de San Sebastián abarcará desde el Boulevard al parque Araba
La Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de San Sebastián se pondrá en marcha, de forma progresiva y por fases, desde finales de 2024 hasta 2028 y plenamente en 2030. La ZBE afectará a un área de aproximadamente un kilómetro cuadrado, desde el Boulevard al parque de Araba, incluyendo todo el centro, Amara Viejo y San Roque.
ZBE de San Sebastián
Ésta es “la propuesta inicial” del gobierno municipal, que ha presentado “la hoja de ruta” prevista para aprobar el Plan de Movilidad (2024-2029) y la ZBE de la ciudad, así como la futura ordenanza que regulará su aplicación.
El alcalde, Eneko Goia, y las concejalas de Ecología, Marisol Garmendia, y de Movilidad, Olatz Yarza, han presentado este martes en el Ayuntamiento los dos proyectos, que el ejecutivo local aprobará con carácter inicial el próximo día 26, tras lo que abrirá “un proceso de difusión, debate y aportaciones”, durante enero y febrero, en el que podrán participar ciudadanos, entidades y partidos políticos.
Según la previsión del gobierno PNV-PSE los nuevos planes se aprobarían definitivamente, con las incorporaciones que surjan del periodo participativo, a finales de marzo, cuando empezará a redactarse la ordenanza de la ZBE, que deberá estar lista en octubre, para poder habilitar, para el 31 de diciembre de 2024, la tecnología de arcos y cámaras que efectuará la lectura automatizada de matrículas.
Zona de Bajas Emisiones
Han precisado que la ordenanza fijará los criterios y condiciones de restricción del acceso a la zona delimitada, en función del tipo de vehículo motorizado y de la contaminación que genere, es decir, de su antigüedad y etiqueta ambiental, con el objetivo de reducir las emisiones del tráfico.
“El proceso será largo y complejo y lo más participativo posible”, ha asegurado Goia, quien ha indicado que los proyectos “no son inmutables” sino un arranque para una aprobación “compartida con los agentes y grupos políticos”.
Aunque la implantación del área de bajas emisiones es “obligatoria” por ley, ha dicho que “también representa una oportunidad” para “aumentar la calidad de vida” de los donostiarras pues, además de reducir ruido y polución y así mejorar “la salud”, les permitirá “disfrutar” de más espacios urbanos, copados ahora por el tráfico.
Implantación gradual
Ha recalcado que la implantación será “gradual” para “no forzar” a nadie, con una primera etapa, hasta 2028, “más atenuada”, en la que sólo se impedirá el acceso a los vehículos sin etiqueta ambiental y que no tengan una autorización o permiso expreso; y una segunda, hasta 2030, en la que ya tampoco podrán entrar en la zona delimitada los de etiqueta ‘B’.
El alcalde ha manifestado que el Plan de Movilidad, la ZBE y la nueva ordenanza “sentarán las bases de la movilidad de Donostia de las próximas décadas”, que se caracterizará por “menos vehículos privados y más transporte público y activo”, el que se hace a pie o en bicicleta.
Fomentar los desplazamientos peatonales, ciclistas y en transporte público serán ejes estratégicos de la nueva movilidad que, como han explicado, contemplan la adaptación de la flota de coches privada en el transcurso de los séis años o la puesta en servicio de la pasante ferroviaria del “Topo”, entre otras cuestiones.
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La definición de la Zona de Bajas Emisiones no es fruto de “un capricho”, ha puntualizado la concejala Marisol Garmendia, que ha explicado que ha sido determinada por ser la de mayor densidad de tráfico y la que tiene más contaminación atmosférica.
Área romántica
Comprenderá por tanto, además de la Parte Vieja que ya es peatonal, el “área romántica” de la capital guipuzcoana y las zonas de Amara Viejo y San Roque, hasta la plaza de Centenario y parque de Araba.
En los primeros cuatro años, ha señalado Garmendia, los únicos coches afectados, que no podrán circular, serán los que carecen de etiqueta ambiental, es decir, los de gasolina matriculados antes de 2001 y los diésel anteriores a 2006.
Ha insistido en que la ZBE será “abierta” hasta 2028 porque permitirá seguir circulando dentro de su perímetro al 90 % del parque móvil actual de San Sebastián y únicamente no podrán acceder el diez por ciento restante. Según sus cálculos, de los casi 18.200 coches registrados sin etiqueta, sólo circulan unos 8.000.
Lista muy amplia de exenciones
Se trata de vehículos de gasolina matriculados antes de 2001 y los diésel anteriores a 2006, que son los que provocan ahora en torno al 30 % de las emisiones del tráfico, ha puntualizado la edil, que no obstante ha afirmado que habrá “una lista muy amplia de exenciones”, entre las que figurarán los residentes, comerciantes, personas con movilidad reducida y ciudadanos con garajes o actividades económicas en la zona de exclusión.
Los vehículos con etiqueta B tendrán restricciones a partir de 2028, salvo los autorizados, mientras que los de distintivo ambiental C, los híbridos o con sello ECO no sufrirán limitaciones en la ZBE de San Sebastián. EFE
