Burgos (EFE).- Dos de los tres codirectores de los Yacimientos de Atapuerca, Eudald Carbonell y José María Bermúdez de Castro, repasan en un libro que sale este jueves a la venta la importancia del ‘Homo antecesor’, encontrado en los yacimientos en los años 90 del siglo pasado, y su descripción como especie.
En declaraciones a EFE, Carbonell ha considerado que el hallazgo del ‘Homo antecesor’ en 1995 formó parte de una “secuencia principal” de descubrimientos en la sierra de Atapuerca, antes de su declaración de Patrimonio Mundial por Unesco.
En 1990, en el yacimiento de la Sima de los Huesos, el equipo de Atapuerca descubrió herramientas de piedra que databan de casi un millón de años, lo que contradecía la suposición existente en esa época de que el género Homo había poblado Europa hacía solo 500.000 años.
Pero en los años siguientes aparecieron restos de varios homínidos en la Sima de los Huesos, en 1997 se publicó en la revista ‘Science’ la descripción de ‘Homo antecesor’ como especie y ese mismo año el equipo director de Atapuerca recibía el Príncipe de Asturias.
La idea del nombre: Homo antecesor
“La idea de llamar ‘Homo antecesor’ a la nueva especie partió de Bermúdez de Castro y se impuso frente a otras propuestas del equipo”, ha recordado Carbonell.
Se reanudó la excavación de la Gran Dolina en 1992, y el 8 de julio de 1994 se encontraron restos arcaicos humanos en el nivel TD6, que sucesivas dataciones han consolidado con una edad de 780.000 a 850.000 años, lo que suponía adelantar 300.000 años la colonización europea respecto a lo supuesto en aquel momento (más adelante se sabría que esa colonización fue superior al millón de años).
Inicialmente, estos fósiles se publicaron como una población antigua de ‘Homo heidelbergensis’ del Pleistoceno Medio, de un linaje evolutivo que daría lugar a los ‘neandertales clásicos’.
Para Bermúdez de Castro se trata de una especie clave para la modernización de nuestra especie, porque mantenía rasgos más antiguos pero era la primera cara moderna con rasgos que mantendría el Homo sapiens, datada hace 800.000 años.
Science
Esto y el estudio concienzudo de los fósiles humanos, de los mamíferos e industria lítica que les acompañaban, llevó al Equipo de Atapuerca a proponer el 30 de mayo de 1997 en un artículo de la revista ‘Science’, una nueva especie del género Homo, el Homo antecessor y la hipótesis de que fue el ancestro común del Homo sapiens y del Homo neanderthalensis.
“El hallazgo se produjo en un momento complicado, porque hubo un periodo breve en el que no se contaba con apoyo de la administración para lo relacionado con Atapuerca, mientras desde hace años hay una total complicidad con la Junta de Castilla y León”, ha recordado Bermúdez de Castro.
Por su parte, Eudald Carbonell reconoce la “resistencia” de la comunidad científica a aceptar la nueva definición de la especie en el primer momento, aunque “han pasado 30 años y la realidad científica, las hipótesis, han cambiado mucho”.
En lo que ambos coinciden es en que fue un hallazgo muy trabajado para lo que se creó un equipo que inició trabajos en los yacimientos antes del comienzo de la campaña, porque ya trabajaban con la idea de que el primer europeo podría estar en Gran Dolina, una de las partes emblemáticas del complejo de Atapuerca en la que se sigue trabajando aún.
“La ciencia española estaba bajo mínimos y por eso era mayor la resistencia de la comunidad científica a aceptar nuestras hipótesis, por lo que sabíamos que no podíamos cometer ningún error en la publicación científica del hallazgo”, recuerda Bermúdez de Castro.
Ese es el momento que repasan en su nuevo libro, en el que mezclan conocimientos científicos, con lo humano, lo social y lo político. EFE
