La Rioja pone en marcha una estrategia encaminada a atender a los ancianos más frágiles. EFE/Chema Moya

La Rioja pone en marcha una estrategia para detectar “fragilidad” en personas mayores

Logroño, 12 abr (EFE).- El Servicio Riojano de Salud (Seris) va a implementar en todas sus áreas una estrategia específica para los pacientes “mayores complejos” que son los que dan lugar a un mayor número de atenciones e ingresos y en los que se busca detectar de forma precoz signos de “fragilidad” para intervenir con ellos “por adelantado”.

Así lo ha explicado la consejera de Salud, María Martín, que en el Día de la Atención Primaria ha presentado esta Estrategia, aunque algunos de sus puntos ya están en marcha; además junto a la consejera ha informado de este trabajo la directora de Enfermería de Atención Primaria, Victoria Musitu.

En el trabajo que ya se ha desarrollado para sacar adelante esta estrategia ya han participado profesionales de las áreas de Medicina Interna, Psicología, Geariatría, Salud Pública, Neurología, Trabajo Social y Atención Comunitaria, además de Atención Primaria.

La consejera ha subrayado el “enfoque” que tiene la Atención Primaria en La Rioja, que es el de “no centrarse solo en la enfermedad” y “ofrecer una atención cercana e integral” en todos los ciclos de la vida, entre ellos el de las personas mayores, que son las que más visitas médicas y e ingresos hospitalarios generan, lo que justifica la puesta en marcha de esta estrategia.

Sensores corporales para detectar caídas

En realidad, esa estrategia funciona ya en algunas de sus líneas, como la creación de una unidad móvil de extracciones a domicilio, que ya a atendido a cerca de 20 pacientes.

También está avanzado un proyecto “de fragilidad” en el que se equipará a pacientes con sensores de movimiento y estabilidad, que transmitirán datos para elaborar un informe de riesgo de fragilidad y de caídas y así adelantarse a ese tipo de situaciones.

Otros de los objetivos de esta estrategia pasan por tratar de mejorar la “conciliación” entre tratamientos farmacológicos y la adherencia de los pacientes a los mismos; para ello se buscará que los mayores “tomen solo los medicamentos estrictamente necesarios” y que ninguna nueva medicina perjudica a tratamientos anteriores.

Dentro de esta estrategia también se van a atender cuestiones de salud mental, se va a coordinar la atención con las residencias de mayores, se va a potencial el papel de las enfermeras y se va a mejorar la coordinación entre diferentes niveles.