Redacción América (EFE).- El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, desbancó del primer lugar de los presidentes suramericanos con mayor popularidad al ecuatoriano Daniel Noboa, según la encuesta de abril de CB Consultora, una empresa especializada en el estudio del clima social y la proyección de escenarios electorales.
Recientemente los ecuatorianos manifestaron en referéndum un amplio respaldo a las propuestas de Noboa de reforzar la lucha contra el crimen organizado.
Pero le dieron la espalda a sus reformas económicas para crear empleo mediante la legalización de contratos por horas y atraer inversiones al aceptar arbitrajes internacionales en cualquier jurisdicción.
Lacalle Pou el mes pasado tenía un índice de popularidad del 54,2 %. En abril subió hasta el 58 %, mientras que Noboa cayó del 62,5 % al 57,8 %.
Peña, después de Lacalle Pou y Noboa
El tercer lugar es para el paraguayo Santiago Peña, que saltó del 48,5 % al 52,9 %. Por otra parte, el argentino Javier Milei, que el mes pasado ocupó la tercera posición, se sitúa en cuarto lugar, a pesar de crecer ligeramente, del 51,2 % al 52,6 %.
Milei afronta una huelga de docentes, estudiantes y la comunidad universitaria en protesta contra el congelamiento de los presupuestos y los salarios y en defensa de la enseñanza pública, frente a los ajustes de su Gobierno.
En el extremo opuesto se mantienen el venezolano Nicolás Maduro -que baja del 45,4 % al 40,9 % de aprobación. El boliviano Luis Arce -que desciende del 41,9 % al 40,5 %- y la peruana Dina Boluarte, que sigue cayendo en el índice de popularidad.
En marzo estaba situada en el 28,9 % y este mes baja hasta el 25,3 %.
El chileno Gabriel Boric pasó del 47,3 % de marzo al 46,5 % en abril. El brasileño Luiz Inácio Lula da Silva subió ligeramente, del 51,2 % al 52,6 %.
También el colombiano Gustavo Petro ha mejorado su posición en la lista, al pasar de 38,6 % al 41,1 %.
Esto a pesar de que miles de colombianos salieron a las calles en la mayor demostración de rechazo al presidente por la forma en la que está conduciendo el país, en especial el ámbito sanitario, y exigirle un cambio de rumbo.
