Bilbao (EFE).- El Museo Guggenheim de Bilbao inaugura más de un centenar de nuevas obras en la exposición ‘Artes de la Tierra’, dedicada al arte vinculado con la naturaleza y la tierra, que se podrá visitar hasta el 3 de mayo.
Los 48 artistas y colectivos de distintas generaciones y diversas procedencias geográficas que forman la muestra proponen una relectura del arte contemporáneo.
Así como de las transformaciones que las artes han experimentado en las últimas décadas en medio de «una crisis medioambiental de creciente escala y gravedad».
Las más de 100 piezas ocuparán toda la segunda planta del museo con medios como la escultura, la instalación, el dibujo o la performance.
Del minimalismo al activismo
El museo toma corrientes como el Minimalismo, el Conceptualismo activista o el Land Art, donde paisaje y obra se entrelazan con lo natural como material.
Durante su presentación, el comisario de la exposición, Manuel Cirauqui ha advertido del «progresivo estado de ansiedad y enloquecimiento que vivimos por la alteración irreversible en las condiciones de vida de todos los seres del planeta».
En la muestra destaca, por su mensaje político, la obra de la artista Claire Pentecost, una bandera de algodón de Estados Unidos consumida por gusanos.
Los cuatro meses de trabajo de los gusanos deja la bandera como símbolo del estado en el que ha señalado que se encuentra su país.
«Es en el material donde las obras expresan su relación más fuerte con el tiempo y por eso mismo presenta un desafío museístico por los rastros orgánicos que algunas obras traían consigo y hemos mantenido», ha recalcado Cirauqui.
El comisario ha destacado el régimen especial de luz, temperatura y humedad en las salas para acoger plantas y especies botánicas y garantizar su bienestar.

Más allá del uso de materiales naturales como el lodo, la tierra, la lana, la madera o la terracota, de los dos años en curso que lleva la exposición destaca el compromiso del museo con los procesos de envío y transporte de las obras por reducir la huella de carbono.
De vuelta a su origen
Durante el recorrido se podrán avistar obras que transcurrido su paso por el museo se reencontrarán con sus ecosistemas de origen.
Este es el caso de obras como las de David Bestué o Jorge Satorre, cuya ‘Nunca podría olvidar la manera en que me dijiste todo sin decirme nada’, de hormigón, permaneció desde su creación en 2021 bajo tierra hasta su llegada al museo bilbaino.

Destacan también las composiciones botánicas como las históricas esculturas vivas del artista conceptual Hans Haacke.
A su montículo de hierba le acompañan las ‘Cajas de Ward’ de la artista alemana Isa Melscheimer y la instalación Root Sequence de Asad Raza.
Raza, artista pakistaní-americano, reúne 26 árboles de múltiples especies locales que serán replantadas en el territorio vasco al término de la exposición.