Una mujer transita con un carro de compra por una calle de Valencia .EFE/ Biel Aliño

¿Comemos mejor en una ciudad o en un pueblo? Esta tesis doctoral muestra las respuestas de 18.000 personas

València (EFE).- Los españoles que viven en la ciudad se alimentan mejor y tienen hábitos más saludables que los de los pueblos, según concluye una tesis doctoral con respuestas de 18.000 participantes que indica, además, que los residentes en el norte tienen una nutrición más adecuada que los de la costa mediterránea.

Elena Sandri es profesora de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad Católica de Valencia (UCV) y ha llevado a cabo una investigación para su tesis doctoral sobre el estilo de vida y perfil alimenticio de la población joven adulta española (18-45 años). Han participado más de 18.000 personas.

En la UCV explican este lunes que al tratarse de una investigación descriptiva de la realidad, no existen datos que aporten una razón científica para esas diferencias.

Ahora bien, la profesora se atreve a plantear algunos factores que quizás expliquen los resultados de su estudio.

1. Más jóvenes, más variedad y más gimnasios

Sobre la principal conclusión del trabajo, Sandri menciona tres aspectos:

a) “Podría deberse al hecho de que las ciudades concentran una población más joven dentro del segmento de edades que hemos investigado, además de ser más activa”.

b) En las grandes localidades “es más fácil encontrar una amplia gama de establecimientos que ofrecen productos alimentarios variados y de calidad”.

c) “Existe un mayor acceso a centros deportivos, gimnasios y profesionales que ayudan con el ejercicio físico o con la nutrición”.

Un hombre hace ejercicio en un gimnasio. EFE/Nacho Gallego

2. Diferencias según localizaciones

Otra de las variables incluidas en el trabajo ha sido la localización.

Según los datos obtenidos, la zona que presenta una nutrición más saludable es el norte de España, lo que ha sorprendido a la experta, “pues se tiende a pensar, más bien, que la zona mediterránea debería estar en el primer lugar de esa escala, al poseer una mayor superficie destinada a los productos de la huerta”.

Pero no es así, y por ello, la profesora quiere seguir investigando “para arrojar más luz sobre esa diferencia territorial”

3. Nivel de estudios frente a nivel económico

En lo que respecta a las variables de tipo social, la investigación apunta a que “un mayor nivel de ingresos y un mayor nivel educativo conllevan, en general, un estilo de vida más saludable, o lo que es lo mismo, mejor nutrición y mejores hábitos de descanso”.

También señala que el nivel de estudios influye más que el económico en las “decisiones nutricionales” de los españoles.

En ese sentido, la profesora de la UCV explica que ahora está llevando a cabo una nueva recogida de datos a la que ha añadido preguntas para discernir “si existe también una diferencia nutricional entre quienes han estudiado una carrera universitaria de la rama de las ciencias de la salud y quienes no lo han hecho”.

Los resultados de la investigación indican, por el contrario, que las personas con menos estudios y menor nivel de ingresos realizan más deporte y son menos sedentarios: “Quizás este resultado responde a que los trabajos menos cualificados tienen un horario fijo, en general”, apunta Sandri.

4. El sexo y la edad también influyen

Los resultados de la investigación muestran que los hombres consumen más alcohol que las mujeres, pero hacen más deporte y duermen mejor.

Según Sandri, “el cuidado de los hijos, incluido el despertarse por las noches para atenderles, todavía recae un poco más en la mujer, aunque estas tareas se compartan cada vez más con el hombre”.

“Otro factor que podría explicar esa diferencia en el descanso nocturno se encuentra en la psicología de la mujer, que tiende a pensar más en ciertas cuestiones, a darle más vueltas a la cabeza, a preocuparse más por los hijos, sobre todo a partir de cierta edad”, añade esta experta.

Imagen de archivo de unos jóvenes
Imagen de archivo de unos jóvenes. EFE/ Kai Försterling

Respecto a la edad, las personas adultas tienen mejores hábitos nutricionales que los jóvenes, aunque la calidad de su descanso es peor, realizan menos actividad física y son más sedentarias.

Además, según el estudio, resulta más saludable vivir y comer en compañía, sobre todo en familia, que hacerlo en soledad: “Cuando uno come solo, suele estar menos motivado para cocinar, incluso tener más vacía la nevera. La estructura familiar, en cambio, ordena nuestros horarios y estilos de comida”, señala.

Según explica la profesora de la UCV, junto a la segunda difusión del estudio con nuevos ítems a explorar ha puesto en marcha otros dos proyectos de investigación, que ya tienen el visto bueno del comité de ética, para repetir en Italia y en Chile el estudio realizado en España.